jueves, 9 de octubre de 2014

EL COMISARIO JARITOS Y PETROS MÁRKARIS

No paguéis vuestras deudas con los bancos...No debéis nada a los bancos que os han expoliado y sumido en deudas,que os llevan a los tribunales para embargar vuestros bienes..No paguéis. Hace dos años el gobierno repartió 28.000 millones entre los bancos, un dinero que ellos no necesitaban para nada... 
                                              ("Con el agua al cuello", de Petros Márkaris).


 La cita anterior pertenece a la obra referenciada del escritor griego Petros Márkaris, aunque bien podría aplicarse al sentir de muchos ciudadanos de otras nacionalidades, incluida la nuestra. 
    Petros Márkaris nació en Turquía en 1937, de madre griega y padre armenio, estudió en Alemania, Austria, Turquia y Grecia y tiene nacionalidad de este último país. En definitiva, él mismo es una síntesis de la geopolítica de aquel territorio que conforman el Peloponeso y Asia Menor, como llamábamos antes a aquellas tierras al sur del mar Negro. 
   Ha escrito guiones para la televisión y el cine; ha traducido diversas obras del alemán al griego y es autor de varios obras de relatos y ensayos. Sin embargo, por lo que Márkaris es realmente conocido y viene a este blog, es como autor de una saga de novela negra que tiene como protagonista a Kostas Jaritos, comisario de policía de Atenas.
     El comisario Jaritos y la novela negra le sirven al autor para hacer una crítica social de Grecia, en especial de los convulsos y difíciles últimos años de crisis económica y de valores. Márkaris lo explica de la siguiente forma:

“Como fui durante largo tiempo un activista de izquierda no tenía ninguna simpatía por la policía. En Grecia habían sido sinónimo de fascistas... Pero de pronto, caí en la cuenta que esos pobres policías son pequeños burgueses que tienen los mismos sueños de que sus hijos puedan estudiar para convertirse en doctores o abogados...
Así comienzo a desarrollar esta construcción: un crimen y una historia familiar contadas paralelamente”.
     
   Kostas Jaritos, está casado con Adriani, una temperamental ama de casa con la que discute a cada página que tiene ocasión, aunque no tiene más remedio que reconocer sus excelentes dotes como cocinera. El influjo de Vázquez Montalbán en muchos de los escritores actuales de novela negra, se percibe también con claridad en Márkaris, que se deja seducir por las artes culinarias, como nuestro Pepe Carvalho. En las novelas de Jaritos que he leído son frecuentes las recetas de cocina que le prepara la buena de Adriani: desde cómo elaborar unos tomates rellenos, al cordero a la turca, o unos deliciosos mejillones fritos. Aunque, después de muchos años de matrimonio, las discusiones con su mujer son habituales, en el fondo resultan simpáticas, quizás porque retratan a todos los matrimonios habidos y por haber. Dan calor humano a la novela.
   
 Karina, la hija de Jaritos, es motivo de los desvelos de su progenitor y aparece con frecuencia en el desarrollo de las diversas tramas: en Con el agua al cuello, Karina se casa por la iglesia con su novio de toda la vida, el médico Fanis; en Muerte en Estambul, la boda es por lo civil; en El accionista mayoritario, Karina logra el doctorado en derecho (hace la defensa de la tesis en presencia de sus arrobados padres), y más adelante es objeto de secuestro por un grupo terrorista...
  
   Siguiendo el desarrollo que hace Petros Márkaris en las diversas tramas de sus novelas, hay dos acciones que se combinan: generalmente comienza con un hecho de su entorno familiar (las bodas de la hija, la obtención del doctorado, un viaje con su mujer...) y más adelante, en los capítulos siguientes aparece una actuación profesional suya como policía que ha de resolver uno o varios crímenes. Cada novela la enmarca dentro de un contexto social, una situación problemática de la cruda realidad griega que, por otra parte, en nuestro país no nos es ajena: la banca, la publicidad, la corrupción política, la inmigración... Así habla Tsolakis, exatleta y uno de los personajes de una de sus novelas, Con el agua al cuello:
   "Si nosotros pagamos en las pistas, las víctimas de los bancos pagaron con la ruina. Han perdido sus casas, no pueden devolver sus préstamos. Y los que provocaron el dopaje, los bancos, no solo no han pagado sino que se les premia. Han cobrado miles de millones de los estados para poder seguir funcionando. ¿Es justo que yo pague por haberme dopado y que aquellos que promovieron este otro tipo de dopaje sean recompensados con tu dinero y con el mío?"
  Márkaris escribe en primera persona, es el comisario Jaritos el que narra la historia. Jaritos tiene dos ayudantes Vlasópulos y Dermizakis, un jefe Güikas que es el Director de la Seguridad del Ática y con el que habitualmente mantiene una difícil relación profesional. La lectura preferida del comisario es la de un diccionario, al que recurre con frecuencia para ver el significado de palabras que tienen que ver con el caso que lleva entre manos.


    Márkaris ha obtenido, entre otros, los siguientes premios literarios: el Pepe Carvalho (por su novela Con el agua al cuello), la Medalla Goethe, el Negra y Criminal, el Point du Polar European, en el 2013...